La importancia del ejercicio en la diabetes
El
ejercicio físico es una de las formas de tratamiento de la diabetes mellitus.
El programa de ejercicio debe estar orientado a controlar la glucemia, el mantenimiento del
peso ideal, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de posibles
complicaciones. La práctica debe estar orientada al tipo diabetes:
Pacientes
con diabetes mellitus tipo I (insulinodependiente)
El ejercicio puede aumentar la sensibilidad a la insulina en estos casos,
aunque esto no implique un óptimo control de la diabetes de forma automática.
Para conseguirlo a largo plazo, los pacientes deben desarrollar una actividad
física diaria y teniendo en cuenta los siguientes factores: el momento del día
en que se realiza, su duración e intensidad, los niveles de glucemia antes del
ejercicio y el tipo y la dosis de insulina utilizada. Existen una serie de
normas básicas a tener en cuenta antes de iniciar una sesión de ejercicio:
·
Inyectar
la insulina en grupos musculares que no se movilicen durante la práctica de
ejercicio.
·
Planificar
el ejercicio para realizarlo de forma regular y a la misma hora cada día,
preferiblemente durante las primeras horas de la mañana.
·
Adaptarlo
al horario de las comidas y de la acción de la insulina.
·
Administrar
una cantidad extra de hidratos de carbono antes o durante el ejercicio o
reducir la dosis de insulina.
·
Evitar
los ejercicios en condiciones de calor o frío extremos y durante los periodos
de descontrol metabólico.
Pacientes
con “diabetes mellitus tipo II (no insulinodependiente)”
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoBjJpaWOCiZd0eJmb-U51f03WgT9NVpTFXAxKQS4gLZvR1rVEAEe-f-9SMGyEsqQY5RjUpO-HihpslZmipl3B65ainOO7jksQK22zprLlVacM1oUdXcWuJOEHVCZJFfZVtiOUJyi1xhV0/s400/2015-11-18+19.00.56.jpg) |
Caminantes en el taller del paciente activo en diabetes tipo II |
El programa regular de ejercicio es fundamental para el control glucémico.
Además se ha comprobado que el deporte es efectivo para prevenir este tipo de
diabetes, especialmente en aquellas personas con un alto riesgo de padecerla:
individuos con sobrepeso, tensión arterial elevada y con antecedentes
familiares de diabetes. También es importante seguir una dieta adecuada.
El ejercicio ideal
Una sesión debería constar de unos 10 a 20 minutos de estiramiento y de
fuerza muscular, 5 minutos de calentamiento aeróbico (carrera suave), 15 a 60
minutos de ejercicio aeróbico a una intensidad apropiada y de 5 a 10 minutos de
ejercicio de baja intensidad al acabar la práctica deportiva. Los deportes más
recomendables son caminar, correr y montar en bicicleta, pero siempre hay que
tener en cuenta el historial médico del paciente. Los diabéticos deben llevar
un registro de entrenamiento y consultar siempre con su médico antes de
realizar un ejercicio de forma continuada.
Beneficios de la práctica deportiva
- Aumenta
la utilización de glucosa por el músculo.
- Mejora la
sensibilidad a la insulina.
- Reduce
las necesidades diarias de insulina o disminuye las dosis de antidiabéticos
orales.
- Controla
el peso y evita la obesidad.
- Mantiene
la tensión arterial y los niveles de colesterol.
- Evita la
ansiedad, la depresión y el estrés.
- Reduce la
incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Qué precauciones tomar
·
Verificar
la glucemia antes de la práctica deportiva:
- Si es menor de 100 mg/dl, tomar un
suplemento (fruta, galletas, bebidas energéticas) antes de hacer ejercicio
- Si estás entre 100 y 150 mg/dl – 150
mg/dl, puedes hacer ejercicio sin riesgo.
- Si es mayor de 250 mg/dl, deja el
ejercicio para otro momento.
·
Disminuir
la dosis de insulina antes de la actividad.
·
No te
inyectes la insulina en una región muscular que vayas a exponer a gran
esfuerzo.
·
Evitar el
ejercicio físico en el momento del pico máximo de acción de la insulina.
·
Controlar
la glucemia durante y después del ejercicio.
·
Tomar un
suplemento de hidratos de carbono durante ejercicios prolongados.
·
Consumir
líquidos -sobre todo agua- desde dos horas antes de empezar a ejercitarse y
durante la práctica deportiva.
·
Controla
tu grado de deshidratación y la temperatura ambiente.
·
Siempre
que un diabético siga un programa regular de ejercicio (que favorece la
tolerancia a la glucosa), se deben readaptar los tratamientos con fármacos y
prever ciertas medidas dietéticas para evitar que durante su práctica surja
algún episodio de hipoglucemia
·
Evitar
realizar ejercicio si la glucemia capilar es >250 mg/dl y existen indicios
de cetosis en la sangre y la orina, o si la glucemia es superior a 300 mg/dl
aunque no haya signos de cetosis. Es preferible esperar a que la situación de
descompensación haya desaparecido para empezar a hacer deporte.
·
Si
aparece algún síntoma de hipoglucemia antes, durante y después del deporte,
debe tomarse una cantidad adicional de hidratos de carbono de absorción rápida
(como son los zumos, por ejemplo).
·
Es
aconsejable conocer el comportamiento de la glucemia en relación con los
diferentes tipos de ejercicio físico.
·
Algunos
pacientes diabéticos pueden padecer complicaciones como arritmia durante la
práctica de ejercicio.
Fuente: Recomendaciones de la página de la Fundación Española del corazón