lunes, 4 de agosto de 2014


Contamos entre nuestras filas con muchos artistas, unos de la cocina, otros de la pintura y aquí os dejo una pequeña joya en forma de soneto que Jose María dedico a su niña hace ya unos años
 
Dedicado a mi hija Maite (pecosilla)

 

Molió Dios un rubí vivo y ardiente

Para hacer con su luz pecas divinas

Y el rubí de facetas diamantinas

Machacó en almirez resplandeciente

 

La maza, al dar en el cristal luciente

Alzaba un son de notas cristalinas

Mientras ángeles de alas peregrinas

Hicieron coro al almirez riente

 

Cuando Dios fue el rubí pulverizando

Cada chispa de polvo fue besando

Y dándole un reflejo de luz clara

 

Ceso por fin el repicar sonoro

Y alzando dios el almirez de oro

Todo el rubí, te lo volcó en la cara

 

                  Jose María R. Almeida

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